sábado, 14 de septiembre de 2013

Un amanecer entre nuestras sábanas

- Au, eso me duele - Dije frunciendo el ceño.
Sentí como se acercaba a mis labios lentamente. Oh, un beso antes
de abrir los ojos, ¿no es esta la mejor parte del día?
Me dio un beso pequeño, fue dulce y cargado del pensamiento 'te extraño'
Se apartó un poco de mi rostro justo a tiempo para verme sonreír  y
abrir los ojos.
Estaba encima mía, despeluzada y con cara de cachorrito adormilado. Me
incorporé un poco y le puse la mano en una de sus mejillas para acariciarla.
Ella cerró los ojos y en sus labios divisé una leve sonrisa.
- ¿Te preparo el desayuno preciosa?  Dije mientras me alargaba un poco y
me estiraba un poco.
Justo cuando quite la mano abrió los ojos y me puso esa mirada de 'Necesito
mimos, no te alejes'  que a veces me ponía.
-No tengo hambre - Dijo mientras se acostaba sobre mi para acomodarse. -¿Y
si nos quedamos nos quedamos en la cama todo el día? - Dijo escondiendo la cara
entre mi camiseta y la manta.
' Qué adorable es ' pensé.
- ¿Te apetece que pidamos pizza para almorzar y la comamos aquí calentitas viendo una peli? - Dije.  Estoy casada con la chica que está encima mía, y aún así me sigue costando
decir cosas así, soy tan boba.
- Como tú quieras, mientras me abraces mucho tiempo no me importa -  Me dijo mientras se quitaba de encima y se ponía a mi lado de espaldas para que la rodease con mis brazos.
La rodeé y hundí mi rostro en su espalda.  Su olor, su piel, toda ella. Cuando la toco siento
esta sensación de amor y deseo, de necesidad de mimarla. No sé qué es exactamente, pero me gusta.
Por la ventana llovía pero los tejados estaban nevados...